
El Centro de Espiritualidad Ignaciana ofrece el servicio de la dirección espiritual, también llamado acompañamiento espiritual. La persona o la pareja es acompañada en un diálogo interpersonal por un sacerdote, a la luz del Espíritu Santo. En este diálogo se enfoca y se perfecciona la relación cotidiana y la amistad con Dios. El criterio para este acompañamiento son los valores cristianos, especialmente el amor y la verdad. El instrumento utilizado es toda la sabiduría heredada de San Ignacio de Loyola, el Maestro del discernimiento, quien con sus reglas y su espiritualidad nos ayuda a mejorar el curso de nuestra vida, encontrando la paz y la alegría. Se busca alcanzar una autenticidad y una libertad cada vez mayor, para superar las trampas que nos pone la vida y cumplir así los mandatos fundamentales del Señor Jesús: amor y servicio a Dios expresados en el amor y el servicio al prójimo.